Julio 2005. Cipri de blanco y azul, yo de rojo.
Pista de Tomelloso 24_12_2005.
Aunque son las 12:00 de la mañana, todavía hay escarcha, el día es soleado y frío, pero esplendido para correr porque el viento está en calma. Un día bueno para hacer el test.
Esta vez consiste en hacer 2 x 400 con un minuto de descanso para que con los resultados Fran pueda planificar el entrenamiento.
Como siempre están Fran y Cipri, yo me uno a ellos algún fin de semana como este.
Es la primera vez que me piden hacer un 400 a tope, descansar 1 minuto y hacer otro 400 a todo lo que pueda (más que a tope).
Calentamos durante 30 minutos y enseguida me pongo los clavos, hacemos los ejercicios de activación y nos colocamos en la línea de salida.
Como he dicho antes es un test y Fran me pide ir a tope el primer 400 y más rápido todavía el segundo 400 (todavía estoy pensando como se come eso).
Cipri me va a acompañar, tengo nervios y como siempre miedo al fracaso, miedo al sufrimiento, miedo también porque es la primera vez que oficialmente me pongo clavos, miedo, miedo, miedo…
Cipri calle 2, yo calle 1 (Cipri me acompaña, no hace el test), posición de salida con pierna izquierda y brazos flexionados, Fran canta ¡A SUS PUESTOS!, ¡LISTOS! , ¡YA!, y corre el cronómetro.
Salgo rápido, en el 100 me siento bien y oigo desde lejos (demasiado rápido), en el 200 noto la pisada como si estuviera descalzo, las zapatillas no son un lastre, diferencio el cuerpo de las piernas, estas a pleno rendimiento, fuertes, el cuerpo solo es transportado.
300 metros ahora pienso “sí, demasiado rápido” pero quedan solo 100 metros.
400 metros, ya está, oigo a Fran decir bien, bien, esta bien e intuyo enseguida que he hecho buen tiempo pero que hay algo que no quiere decir, me queda otro 400 más.
Me canta el tiempo, 1’01’’ y los segundos que me quedan de recuperación que ahora son 30’’, y yo jadeando a tope, me viene un cierto bajón contra el cual lucho inhalando con más fuerza el aire.
10” segundos… , Fran canta de nuevo ¡A SUS PUESTOS!, ¡LISTOS! , ¡YA!, la salida la hago más lenta ¡oh oh! no es igual que antes, ya lo veo, las piernas no van fluidas, van agarrotadas, los brazos también, Cipri siempre a mi lado por la calle 2.
150 metros me quedo sin gasolina voy bloqueado, es increíble voy de más a menos, parece que oigo a lo lejos decir a Fran ¡vamos, vamos!.
200 metros ya va tirando Cipri de mi, mirando hacia atrás y yo extenuado, no logro coordinar las piernas, los movimientos son torpes y rígidos, intento seguir a Cipri, me dan ganas de parar por falta de coordinación, mi mente quiere pero mi cuerpo no puede y Fran diciendo ¡vamos, vamos!.
300 metros, parece que voy parado,!ah, ah, ah! grito e intento concentrarme en coordinar y apretar, ¡ que sensación de impotencia! Cipri mirando hacia atrás esperándome y yo sin poder llegar.
350 metros mi mente ha perdido el contacto con el cuerpo solo pienso en llegar y todo parece pasar a cámara lenta. Piso por fin la línea de meta y busco el césped para tumbarme, me pongo peor, me duele la cabeza, no puedo mirar fijamente y Fran me canta el tiempo 1’13” y hablan el y Cipri todo lo que no han hablado durante el minuto de descanso entre serie y serie y es que en el primer 400 he ido demasiado rápido.
Sigo tumbado durante un rato, me siento muy mal
He necesitado unos 20 minutos para recuperarme y poder trotar un poco mientras Fran y Cipri se hacían un 3000 bastante rápido.
Resumen:
Primer 400, 1’01”.
Segundo 400, 1’13”.
He hecho el test como un principiante, lo que soy, pero estoy contento, “no me he guardado ni una gota”.
Ducha de pies, Benidorm
