miércoles, agosto 29, 2007

Impresionado



Eso es, IMPRESIONADO, así estoy viendo de nuevo el video de la semifinal de 1500 en Osaka'07 en la que corrían Casado y Gallardo.

Impresionado pensando en como Sergio Gallardo ha aguantado corriendo desde el 400 al 1.5000 con un pie descalzo.

No leo nunca diarios deportivos porque casi sólo hablan de fútbol pero dudo mucho que hayan hecho siquiera referencia al hecho de que un atleta (Sergio Gallardo) haya corrido una semifinal de 1.500 metros con un pie descalzo y además se haya clasificado para la final, y es que la insensibilidad de los periodistas deportivos con el atletismo es total.

Ahora que recuerdo, incluso José Luís González (ex atleta de milqui) y ahora comentarista de TVE hizo un comentario al termino de la semifinal, adelantándose a las declaraciones de Gallardo como que este culparía de su mala carrera a la zapatilla, dijo algo así como “ahora culpará a la zapatilla…” (Cuando lo vio tirando la zapatilla contra el suelo).

Admiro a José Luís González como atleta, por todo lo que ha conseguido, pero creo que no ayuda en nada a la difusión del atletismo, parece como que siempre va en contra del atleta en las retransmisiones deportivas, parece como enfadado con ellos, en fin, vamos a dejarlo.

Volviendo a la carrera, pienso en las sensaciones que experimentó Gallardo cuando perdió la zapatilla y supongo que sería algo así:

¡Eh!, ¿Qué pasa ahora?, ¿Quién me ha pisado? ¿Cómo ha sido?
Replantearía la carrera sabiendo que iba en inferioridad de condiciones pensando en que tenía que aguantar y luchar ahora además contra él mismo.
En décimas de segundo tuvo que sobreponerse a la idea del abandono.
Pensaría como pisan los demás y él en ese momento se calzaría una zapatilla imaginaria y enviaría al cerebro mensajes de ánimo para que este no le pidiera parar.
Lucharía por mantener lo más alejado esa idea de abandono, e incluso tendría tiempo para crecerse y creerse más que sus adversarios, a la vez se acostumbraría, a correr literalmente cojo, entre 2 y 3 centímetros de diferencia de longitud de pierna…
Y al final el sprint, un sprint en el que notas como el pie calzado engancha perfectamente con los clavos el tartán de la pista y el descalzo solo apoya, no agarra.

Que fácil hubiera sido haber abandonado, pero no, si no abandono es porque él creía en él mismo.

Independientemente del puesto final, Gallardo nos ha dado una clase magistral, otra cosa es que tengamos la sensibilidad suficiente como para apreciarla.