De puente a puente y tiro porque me lleva la corriente

Después de Canillejas unos días de rodaje regenerativo y la semana de los puentes….
He estado una semana entera sin entrenar, impensable en condiciones normales. Desde que yo me acuerdo no había estado tanto tiempo sin correr, y todo por un viaje de vacaciones, un viaje por otra parte estupendo a la ciudad de Estambul.
Sabiendo que esto podía ocurrir (lo de no entrenar), la semana anterior no falle ningún día, es más el día de descanso también lo utilicé para entrenar.

Bueno, a lo que iba, que he estado de vacaciones, en Estambul, un viaje corto pero intenso, ya se sabe salida y regreso al aeropuerto a horas en las que todavía no han puesto las calles, patear calles, ver un montón de cosas y regatear, para mi esto ultimo es agotador, hasta el punto de que he preferido no comprar nada por no “pegarme” constantemente por el precio con los vendedores.

El primer día del viaje, (con mas de 24 horas) aunque cansado echaba de menos las zapatillas y el pantalón corto, sin embargo el día siguiente casi no me acordé de estos, como se puede suponer fui a menos (en ganas) conforme pasaban los días, total que agoté la estancia en Estambul y podría haber cantado aquello de “cinco semanas en globo y sin ganas de volver” de Radio Futura.

Y como “todo tiene su fin” de Módulos (que cantarín estoy hoy) cuando me di cuenta estaba de nuevo con mi amigo Cipri calentando y seguidamente haciendo un ochomil y lo que son las cosas, estaba corriendo mientras mi mente se encontraba paseando entre las estancias de los palacios de los sultanes y las mezquitas de Estambul.

Al día siguiente me dolía todo, pero… así es la vida del corredor.
Ahora ya estoy siguiendo la rutina de entrenamiento hasta volver a coger el punto por donde lo había dejado.

Alguien me dijo que si pierdes una semana de entrenamiento, necesitas dos para llegar adonde te encontrabas, ¿será eso cierto?.

Seguimos entrenando.


La foto: Estambul vista nocturna desde Torre Galata.