martes, noviembre 22, 2005

Sensación Agridulce


Agridulce es como se resume la primera sensación con las zapatillas de clavos.
El domingo, después de un calentamiento de 30 minutos tocaba un test de 3000 metros para saber el estado de forma en el que nos encontramos y poder ajustar los entrenamientos al mismo.
Luego 15 minutos de rodaje para descalentar y enseguida a probar las zapatillas.
En la hierba del estadio, me quite las zapatillas con las que entreno habitualmente y me coloque las de clavos. La primera sensación es que eran demasiado ligeras, me encontraba un poco molesto porque al ser zapatillas de medio fondo no tienen apenas talón y me daba la impresión como que me caía de espaldas. Probé correr un poco y enseguida me di cuenta que me quedaban un poco grandes, el agarre de los clavos hacía que el pie fuera hacia atrás y quedará más espacio entre mis dedos y la puntera.
Después de unos consejos de Cipri (no pares en seco, no hagas mucha distancia) me ofreció correr un poco más de una recta (150 metros) con lo que salimos desde el 100 hasta completar el 250.
Yo estaba caliente y con la ligereza de las zapatillas apreté un poco unos 75 metros, “uff”, es como correr descalzo, el tacto con el suelo es diferente, desnudo.
Sin saber todavía correr (que no sé) con clavos fui apoyando los talones como si fuera corriendo una maratón y terminé los 150 metros decelerando, no en seco.
A los 10 minutos de haber probado los clavos me vinieron recuerdos musculares del entrenamiento en pista del verano cuando Cipri se estaba preparando el mundial, la verdad no muy agradables.
En definitiva que tengo que cambiar las zapas por otras más pequeñas, que correr en pista con una cierta velocidad no tiene nada que ver con las distancias de fondo y que además tengo que aprender a conducirlas.

2 comentarios:

J. G. dijo...

Fíjate hasta donde llega mi ignorancia del correr, que las zapatillas de clavos creían que eran única y exclusivamente para los futbolistas.

Un saludo, y ya sabemos algo más.

Santi Palillo dijo...

Yo veo muy complicado lo de correr sobre esos clavos como los faquires pero seguro que acabarás conduciéndolas perfectamente, tiempo al tiempo.